Hoy en Is_landia...

Fin de la primera temporada en Is_landia: tras conocer a su verdadero padre,
Nico volvió de Madrid y se reincorporó a la pandilla y a su familia adoptiva, que considera propia; Sole explicó en un post cómo había sido la relación con él, que parece haber marcado a ambos. También Erika quedó marcada por sus vivencias en el cortijo al que la llevó Robert, y del que salió gracias a Charly. Fue muy chunga la experiencia pero aprendió a no dejarse llevar por sus creencias. También Andrea acabó cambiando su forma de mirar a un jefe que se interesaba demasiado por ella, con favores y consejos que estaba entendiendo mal. Le ha prestado una casa a cambio de que terminen de arreglarla, lo que es un gran favor también para
Jonás y Xavi que compartían el piso y vuelven a estar juntos, tras haber superado su desencuentro... Si Cristina dará una oportunidad a Alvaro será uno de los misterios del verano, y sólo Martha pretende que en Is_landia la vida sigue igual... feliz verano, volveremos con el cambio de estación!

Subidón subidón (Jonás)

Cuantas cosas, qué subidón de semana. En un plisplas he pasado de camarero a casi arquitecto, bueno, ayudante del último mono, pero voy a subir rápido. Ya noto que les gusto y me lo estoy currando. Eso sí, son jornadas eternas ¡y yo me quejaba de la cafetería!


Menuda suerte he tenido conociendo a Danae y Tomás justo en este momento. Me mola su rollo y el mundo que se me ha abierto de repente. Qué gustazo ir a todo plan. Sólo me da un poco de apuro el que te lo paguen todo. Pero es que el dinero se me va de las manos y todavía ni siquiera sé cuánto me pagarán por las prácticas (no quiero mosquearme pero todos los días me prometen el contrato...)



La única pena: que a Xavi las cosas se le hayan puesto crudas... quién lo iba a decir, con lo bueno que es para resolverlo todo. Empieza a decirme que igual se vuelve de Londres... y se vendría aquí conmigo.
Claro que me hace ilusión, pero en este momento sería un marrón: apenas paro, ni tiempo para estudiar, sólo trabajo... y en casa el marrón de mi abuelo, menudo coñazo, y de mis padres ni hablo.
Nunca imaginé que los mejores regalos de la vida llegaran con tanto lío, tanto...que ni tiempo tengo para disfrutarlos