Hoy en Is_landia...

Fin de la primera temporada en Is_landia: tras conocer a su verdadero padre,
Nico volvió de Madrid y se reincorporó a la pandilla y a su familia adoptiva, que considera propia; Sole explicó en un post cómo había sido la relación con él, que parece haber marcado a ambos. También Erika quedó marcada por sus vivencias en el cortijo al que la llevó Robert, y del que salió gracias a Charly. Fue muy chunga la experiencia pero aprendió a no dejarse llevar por sus creencias. También Andrea acabó cambiando su forma de mirar a un jefe que se interesaba demasiado por ella, con favores y consejos que estaba entendiendo mal. Le ha prestado una casa a cambio de que terminen de arreglarla, lo que es un gran favor también para
Jonás y Xavi que compartían el piso y vuelven a estar juntos, tras haber superado su desencuentro... Si Cristina dará una oportunidad a Alvaro será uno de los misterios del verano, y sólo Martha pretende que en Is_landia la vida sigue igual... feliz verano, volveremos con el cambio de estación!

Mi carne es débil, entiendelo (Jonás)

Como en una guardería, me parece la ostia lo que está pasando en este blog. Qué tienen que ver estos cotilleos con el espíritu de Is_landia? Ay, Marthita, qué fácil es montar una Noria aquí, demostrar lo lista que eres (que lo eres) gritando a voces cosas de los demás como si fuera una gracia... ay niñata...


Me jode que juegues con mi vida, qué sabes tú de lo que pasa por mi cabeza?, no te digo ya por mi corazón y por mi polla? Oyes campanas y te crees que lo sabes todo. Mi relación con el Xavi es mucho más fuerte de lo que te imaginas. Ni yo mismo podía soñar con sentir algo así, y que un tío como él se me entregara así, totalmente. Por lejos que esté confío en Xavi y él confía en mí. Por qué vienes a contar un cotilleo del que te has enterao de mala manera? ¿para jodernos? No puedes, Martha, aunque busques hacer daño.



Me pasa a veces: por mucho que me siento fiel, y siento cerca al Xavi, luego resulta que estoy solo y algo me bulle bajo la piel, no sé ni puedo explicarlo. Aguanto unos días, la mayoría ni pienso, ni siento ni tengo ganas. Pero de repente una noche me cambia el chip. No puedo explicarlo. Pero ya estoy en la calle, siguiendo mi ruta, mis bares, un olor, un contacto. Y me entrego totalmente. Eso fue lo que pasó el viernes. Una copa, un bar, la fiesta techno y de repente ya estoy abrazado. No tiene mayor importancia, Xavi lo entenderá, aún no se lo he contado, lo haré el sábado (que llega de Londres para la Semana Santa), sé que me quiere y sabe lo que me pasa. Yo ya ni me acuerdo de ese tío, pero... qué noche, tío. Todavía me siento impregnado.

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