Me encanta ser una Venus, diosa y matrona del amor, que mi colchón se llene de flujos y efluvios que digan "te quiero"... pero la pela es la pela, y este pisito hay que mantenerlo. Desde hace semanas tengo invitados, me encanta. Pero esto no es un youth hostel... mucho menos gratuito. Así que me toca poner un poco de orden a la vez que pongo la cama para vuestras escapadas y amores.
Xavi es un primor. Sabe convivir y casi no noto el espacio que ocupa, al contrario, todo en su sitio, bueno, casi. Desde luego mucho mejor que el pobre Nico, que no me extraña que lo boten: más allá de sus tristezas, sólo sabe estar de invitado mimado. Quizá de esta aprenda algo sobre los demás.
Tanta hospitalidad está afectando a mi vida sexual... y, la amorosa, claro. A la exquisita de la Cayetana el colchón de 80 cm le parece muy pequeño. Y la verdad es que para los juegos que nos gustan se queda corto. Chicos! tenemos que hablar! necesito recuperar mi cuarto... y recuperar mi vida. Pero, lo más inmediato: hay muchas facturas por pagar y la nevera no se llena sola.
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